Aquí me encuentro un día más,
sentada junto a la ventana
mientras escucho llover,
hoy lo único que me acompaña es
el sonido de las gotas sobre los cristales
y el crujir lejano de la veleta del tejado por el viento.
sentada junto a la ventana
mientras escucho llover,
hoy lo único que me acompaña es
el sonido de las gotas sobre los cristales
y el crujir lejano de la veleta del tejado por el viento.
Arropada por mi sudadera
y manteniendo el calor con un café caliente
observo la calle,
está vacía
y se mantiene serena durante el resto de la noche.
y manteniendo el calor con un café caliente
observo la calle,
está vacía
y se mantiene serena durante el resto de la noche.
En el fondo de la habitación resuena un disco que lleva semanas metido en el reproductor,
son demasiados recuerdos y sentimientos los que me provocan adicción a tal.
son demasiados recuerdos y sentimientos los que me provocan adicción a tal.
Retiro la vista de la ventana
para contemplar el cuaderno que hay frente a mí,
está en la página 30,
no me hace faltar contar las hojas para asegurarme de ello
y dicha página está aún en blanco,
aprieto con más fuerzas el boli que sostengo en la mano desde hace un buen rato,
miro el cuaderno con indecisión
y comienzo a escribir de nuevo otro día más.
para contemplar el cuaderno que hay frente a mí,
está en la página 30,
no me hace faltar contar las hojas para asegurarme de ello
y dicha página está aún en blanco,
aprieto con más fuerzas el boli que sostengo en la mano desde hace un buen rato,
miro el cuaderno con indecisión
y comienzo a escribir de nuevo otro día más.
"Día 30:
Tu recuerdo me sigue persiguiendo como si se tratase de mi misma sombra,
he intentado olvidarte,
lo prometo,
pero es que no sé si no puedo porque aún me siento tuya
o no quiero porque sé que si lo hiciera estaría renunciando a una parte de mí,
la parte que transformarse en mí y que no quiero que vuelva a se como antes.
Ya va un mes,
que se dice pronto,
pero la verdad, aquel día en el que todo se rompió
creí estar mal para el resto de mi vida
y juré no querer saber nada más de ti,
obviamente aún no me he recuperado
y sé que me queda para estar bien totalmente y cicatrizar,
pero sé que dentro de un tiempo lo estaré gracias a las personas que me están apoyando a día de hoy.
Y, bueno, cuéntame
¿qué es de ti?
¿y de tu manía de poner el despertador a las 10:10?
La verdad,
quiero saber de ti
pero supongo que seguirás ocupado con tu trabajo,
y con tu vida que ahora no es compartida.
No quiero alargarme demasiado,
espero que sigas como siempre,
tan único
tan... tú,
espero poder volver a hablar contigo pronto,
un beso."
Tu recuerdo me sigue persiguiendo como si se tratase de mi misma sombra,
he intentado olvidarte,
lo prometo,
pero es que no sé si no puedo porque aún me siento tuya
o no quiero porque sé que si lo hiciera estaría renunciando a una parte de mí,
la parte que transformarse en mí y que no quiero que vuelva a se como antes.
Ya va un mes,
que se dice pronto,
pero la verdad, aquel día en el que todo se rompió
creí estar mal para el resto de mi vida
y juré no querer saber nada más de ti,
obviamente aún no me he recuperado
y sé que me queda para estar bien totalmente y cicatrizar,
pero sé que dentro de un tiempo lo estaré gracias a las personas que me están apoyando a día de hoy.
Y, bueno, cuéntame
¿qué es de ti?
¿y de tu manía de poner el despertador a las 10:10?
La verdad,
quiero saber de ti
pero supongo que seguirás ocupado con tu trabajo,
y con tu vida que ahora no es compartida.
No quiero alargarme demasiado,
espero que sigas como siempre,
tan único
tan... tú,
espero poder volver a hablar contigo pronto,
un beso."
Cierro la libreta
y aprovecho para echar un vistazo a la calle
y para asegurarme de que aún llueve.
Abro la libreta de nuevo
y comienzo a contar página tras página
para asegurarme de que todas siguen en su lugar,
sí,
30 páginas,
30 cartas,
las primeras emborronadas por las lágrimas
y otras por el dolor,
pero al fin y al cabo es eso,
y aprovecho para echar un vistazo a la calle
y para asegurarme de que aún llueve.
Abro la libreta de nuevo
y comienzo a contar página tras página
para asegurarme de que todas siguen en su lugar,
sí,
30 páginas,
30 cartas,
las primeras emborronadas por las lágrimas
y otras por el dolor,
pero al fin y al cabo es eso,
'tinta gastada
en cartas sin destino.'
en cartas sin destino.'
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