Un día más te escribo, no sé qué hora es, ni
porqué lo hago, ni siquiera si me siento mejor o peor que ayer sólo sé que mis
fuerzas se están acabando, llevo ya días en una montaña rusa bajando y bajando
en picado sin ver el puto suelo y el vértigo que me produce no saber lo que
está pasando hace que me entren más ganas de llegar al final aunque sea
estampándome con el suelo de cara. Al menos me queda el consuelo de saber que
cuando llegue abajo no habrán más caídas ni bajones, tal vez en el suelo se
encuentra la nueva libreta en la que pueda empezar a escribir una historia
desde el principio, esta vez sin ti, ya no hace falta que me prestes tu
bolígrafo ni siquiera que aparezca tu nombre en ningún margen ¿sabes? creo que
ahora que tú estás arriba de la montaña rusa y yo a punto de tocar fondo tienes
tú más que perder que yo, pero cuando caigas y al igual que yo llegues adonde
estoy entonces ya estaré mucho más en lo alto y te aseguro que no seré tan
gilipollas de tener la oportunidad de estar con la única persona que te quiere
con la máxima intensidad que te mereces o incluso más y haber hecho que caiga
por ti y haber estropeado la mejor oportunidad que se te ha cruzado por
delante;
te aseguro que
si tenemos la oportunidad de volver cruzarnos esta vez seré yo la que dé un paso
por delante tuya porque sin ti conseguiré todo lo que me proponga... sólo me falta
empezar a creérmelo un poco más y entonces, sin ti, será cuando aprenda lo que
es ser feliz.
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