martes, 1 de noviembre de 2016

Quítate

(2)
Quítate,
esa capa de héroe,
déjame verte al desnudo
con tus miedos
y tu forma de ser tan tuya,
déjame verte en tus mejores días
pero aún más cuando 
no recuerdes que haces aquí,
déjame quitarte 
todo aquello que no quieras.
Quítate,
toda máscara oscura
que ocultas al resto del mundo
y déjame ser alguna de esas máscaras
que se transformen en secretos
solo tuyos y míos,
nuestros,
quítate todo eso...
pero no te vayas de mi lado.

Déjame

(1)
Déjame
tirarme en la piscina
de tus ojos,
surcar los cuatro mares
y buscar en cada isla
hasta lograr tenerte a tí de tesoro,
ni oro ni diamantes
eres tú y tu (forma de) ser
lo que le da sentido a mi navío,
eres tú...
con tu sol y tu luna,
tus idas y venidas
quien le da sentido
a este horizonte 
tan tuyo y mío.
Deja que seas
toda la luz que me ilumine,
déjame ser la lámpara
de la mesita de noche
en cada puesta de sol en vela
que cubre todo silencio vacío.

Tenía que decírtelo

De tu piel nacen flores
que luchan por matar la primavera.
Los cerezos bañan las calles
y te observan atentos desde el suelo.
Hueles a rosas,
tienes los colores de los tulipanes,
representas la elegancia de los claveles...
Te envuelves entre un manto de hierba
pero sobresales a la llamada del Sol.
Hoy tú representas la luz
y a tu alrededor solo hay materia dispersa,
sin embargo ningún agujero negro
te consigue de trofeo,
sino que te mantienes inmune
entre una galaxia
en la cual tú formas el astro principal.

Tu piel

Te veo durmiendo todas las noches,
te mueves intranquilo en mitad de la cama,
murmuras en sueños
cosas que no entiendo.
Afuera hace frío,
llueve,
hay relámpagos,
la tormenta no apacigua.
De tu piel afloran miedos
y yo necesito su polen.
No consigo ver las pesadillas
que se reflejan en tu ser.
Ansío saber más cosas,
tengo tanta sed que abro la ventana,
quiero sentir el agua sobre mí.
Me giro,
ahora veo mejor tu rostro.
Un relámpago...
consigo ver tus alas.